sábado, 4 de julio de 2009

Japón homenajea a uno de los grandes del manga



Las tiendas, las farolas, los parques y hasta los trenes que llegan a Sakaiminato, la ciudad nipona donde se crió el veterano dibujante de manga Shigeru Mizuki, exhiben sus ilustraciones fantasmagóricas que conquistaron Japón en los años 60.


Un periodista japonés rueda en el museo dedicado a Shigeru Mizuki, dibujante nipón, cuyos cómic manga conquistaron a las generaciones de los años 60 y más tarde se han llevado a la televisión y a los videojuegos.
"Kitaro", el muchacho fantasma cuyo flequillo tapa la mitad de su rostro, es el personaje más famoso de Mizuki y el protagonista de la serie de manga " Ge Ge Ge no Kitaro", el trabajo más representativo de su autor y el que le dio la fama en Japón.
La escenografía de Mizuki se compone de seres sobrenaturales que rodean a ese muchacho, muchos de los cuales pueden verse en las 130 esculturas de bronce construidas en la ciudad de Sakaiminato, en el centro de Japón.




"Nezumi Otoko", un hombre ratón con más de 300 años, y "Neko-musume", la gatita enamorada, son otros de los personajes centrales del autor, además del objeto presente en todos sus dibujos: el ojo-balón ("Medama-Oyaji") que siempre aparece junto al muchacho, ya que pertenece al padre fallecido de éste.
También un monstruo bebé con cara de viejo que llora continuamente, otro diabólico personaje ataviado con sandalias japonesas o un fantasma calvo de algodón completan las sagas del artista.

Situada en la península de Yumigahama (provincia de Tottori), Sakaiminato es la ciudad en la que vivió de niño Mizuki, aunque nació en Osaka en 1922.
Cuando sólo era un veinteañero se marchó a la ciudad de Rabaul, en la isla de Nueva Bretaña, perteneciente entonces a Papúa Nueva Guinea, para luchar como combatiente en la II Guerra Mundial.

Allí perdió el brazo izquierdo y a su regreso a Japón tuvo que aprender a dibujar, una afición que conservó desde niño.
Después de estudiar en una escuela de arte de Tokio comenzó su carrera como escritor de "kamishibai", un género predecesor del manga y el anime muy popular entre los niños japoneses de la época de posguerra.



Aunque Mizuki compuso en un principio algunas historias bélicas o de vaqueros, muy pronto dominaron en sus diseños las historias de fantasmas, que definirían ya en la década de 1960 sus trabajos.
Los relatos misteriosos que una criada de la familia le contaba a Mizuki cuando era niño y su miedo a la oscuridad influyeron en sus trazos de adulto.

"Para entender los trabajos de Mizuki y su mundo hay que saber que para los japoneses los fantasmas no son algo tan horrible", explica el gobernador de la provincia de Tottori, Shinji Hirai, en referencia a los monstruos de Mizuki, que gastan bromas a los humanos, pero jamás los hieren.

Tras sus primeros años de profesión, 1958 se considera el momento en que el dibujante se convierte en un auténtico creador de manga.

Sus publicaciones abundan en los años 60 y en su temática de entonces predominan los fantasmas, aunque también elabora tiras cómicas dedicadas al demonio.
La dificultad a la hora de pronunciar su nombre ("Shigeru") de niño lo llevó a autodenominarse durante algunos años "Gege", lo que explica posteriormente el nombre de su trabajo más conocido, que en 1967 fue llevado a la televisión y que posteriormente ha dado lugar a varios videojuegos.
Tras años de intensa actividad derivada del "boom" que despertó el fenómeno manga en Japón en los 70, actualmente, a sus 87 años, Mizuki continúa dibujando pero sólo publica esporádicamente en algunas revistas como "Kai", basada en la temática fantasmal.



La trayectoria de Mizuki fue reconocida recientemente en el Festival Internacional de Cómic de Angouleme (Francia) y en Sakaiminato, donde cada año desde 1996 se celebra una conferencia internacional sobre el mundo de los fantasmas, en honor a sus dibujos.

Incluso el servicio ferroviario de la ciudad, la más pequeña de la provincia de Tottori con 36.843 habitantes, rinde homenaje al dibujante en su inmobiliario urbano.

Los parques y las farolas de Sakaiminato ilustran los muñecos de Shigeru Mizuki e invitan a ser fotografiados, mientras los trenes que llegan a la ciudad están decorados a base de sus creaciones.

Además, cada una de las 16 estaciones que unen Sakaiminato con la cercana ciudad de Yonago han recibido el nombre de uno de sus personajes.
La plaza de la estación, también conocida como "Plaza Fantasma", abre el camino hacia el museo del artista, inaugurado en 2003 y donde se pueden observar colecciones que el dibujante recopiló de sus viajes por el mundo.
Las instalaciones acogen también una reproducción de su taller en Chofu, a las afueras de Tokio, donde actualmente reside el artista.

Antes de llegar al museo, unos 130 fantasmas esculpidos en bronce y distribuidos por toda la ciudad adentran al visitante en el mundo imaginario de Mizuki, a lo que contribuye los fines de semana la gata "Neko-musume" que pasea entre los turistas.
Un centenar de tiendas exhiben peluches, camisetas y todo tipo de juguetes que recrean el universo del creador y suponen un gran atractivo para los visitantes de Sakaiminato, que en 2008 recibió a 3,2 millones de personas.

Como recuerdo de esta pequeña urbe, designada una de las mayores bases pesqueras de Japón -primera entre 1992 y 1996 por la cantidad de pescado que llegaba a su puerto-, sirve incluso el envío de una postal, cuyo sello lucirá la figura de algún personaje de Mizuki.



Info de: http://estilosdevida.prodigy.msn.com/
Imágenes: Google
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